4/27/2011

326. Construcción del Canal Federal

Autor: Jorge Elias
Este proyecto se apoyo en en trabajo de María Eugenia Jugo y Mónica Martínez de Alegre, al cual se puede acceder a traves del Link correspondiente (Ver Fuente).

A. Proyecto: Construcción del Canal Federal
B. Fundamentación: Basta una rápida recorrida por el noroeste argentino, para descubrir el contraste climático e hidrológico existente, la abundancia hídrica en la selva tucumana y las características de aridez o semi aridez en el resto de la región. La actividad humana asociada directamente a la presencia del agua, se concentra en los sectores donde las lluvias son abundantes y en los oasis regados que existen gracias a las importantes obras de regulación y distribu­ción de caudales. Una adecuada planificación de la ocupación territorial, requiere como paso previo, contar con agua suficiente para satis­facer las necesidades del desarrollo, derivándola desde los sectores donde abunda hacia los sectores deficitarios.

Con este propósito surgió la idea de estudiar, por parte de los gobiernos provinciales, organizaciones no gubernamenta­les y universidades, la forma de llevar a cabo un sistema de obras que tienda a equilibrar la disponibilidad hídrica de la región. Para ello se hacía necesario derivar agua desde los tributarios del río Salí - Dulce hacia el sur, con la finalidad de abastecer a centros poblados, al ganado y permitir el riesgo de una vasta región que se extiende desde el sur de Tucumán, al oeste de Santiago del Estero, el sudeste de Catamarca, el noroeste de Córdoba llegando hasta la provincia de La Rioja, lo que permitiría el aprovecha­miento integral de una fracción de las aguas de la cuenca Salí -Dulce.

La escasez de agua condiciona el normal desarrollo de la población. Los habitantes, mayoritariamente radicados en zonas rurales, deben padecer por la escasez y calidad del agua, para su propio uso y para abrevar el ganado que poseen. En algunos casos el líquido elemento es provisto a través de camiones cisternas que lo conducen desde los centros urbanos hacia la zona rural. En otros casos deben paliar sus problemas por intermedio de una acción comunitaria, en la cual se van utilizando tajamares propios y vecinos, provocando largas caminatas de la hacienda para poder acceder a los bebederos.

No son muchos los proyectos que permiten administrar los recursos naturales con beneficios preestablecidos, siendo la ins­tancia federal la que supone siempre concreciones relevantes, con consecuencias positivas para mayor cantidad de personas.

Por ello los fundamentos que justifican los bene­ficios de la realización de este proyecto son:
- Inexistencia de proyectos de desarrollo rural, dentro de esta zona, con el concepto de integración y de complementación como es el Sistema Canal Federal (desarrollo de áreas de riego, desarrollo ganadero, desarrollo indus­trial y mejoramiento de la calidad de vida de la población rural y urbana por el suministro de agua potable)
- Cualquier emprendimiento de desarrollo que se implemente debe contemplar indefectiblemente el abasteci­miento de importante volumen de agua, condición que es poco factible de ser encarada en forma aislada e indivi­dualmente por cada provincia, con la eficiencia de su rea­lización en conjunto.
- Necesidad de equilibrar el desarrollo económico de las regiones de cada provincia.
C. Objetivos generales:
Mejorar la cali­dad de vida de la población de la región en un área del orden de 1.500.000 ha., mediante el:
1) Suministro de 18.000 m3/día de agua potable para unos 162.000 habitantes de zonas urbanas y rurales
2) Suministro de agua de riego de unas 35.000 a 45.000 ha.
3) Suministro de agua bebida a más de 120.000 unidades ganaderas.
4) Suministro de agua para industrias en una importante región de clima semiárido o árido de las provincias de Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja y Córdoba.
Foto: Río Albigasta

D. Lugar: El área involucrada comprendía parte de los departa­mentos Chicligasta, Río Chico, Juan B. Alberdi, La Cocha y Graneros en la provincia de Tucumán; parte del departamento El Alto, La Paz y el sector sur de Guasayán en el sudeste de Catamarca; los departamentos Río Hondo, Guasayán, Choya y una parte del departamento Capital en Santiago del Estero; la porción noroeste de Ischilín y Tulumba en Córdoba y el nordes­te de La Rioja.
E. Recursos necesarios:
- Realización de un estudio de factibilidad del proyecto.
- Estudio de impacto ambiental.
- Aprobación del proyecto por el PEN
- Asignación de recursos económicos al emprendimiento.
- Costo del proyecto original: 400 millones de dólares, participaban Tucumán, con el aporte de las aguas de la cuenca del Salí/Dulce; Santiago del Estero, con el aporte del dique de Río Hondo; Catamarca con el encausamiento y derivación de las aguas del Río Albigasta; La Rioja y Córdoba.

 
F. Caracteristicas generales: El primer antecedente del proyecto Canal Federal se remonta a la idea originada por el Ing. Carlos Michaud, en la década del 30, de proveer un recurso hídrico al denominado "sediento oeste santiagueño" a través de lo que denominó Canal a Laprida. Con posterioridad, la provincia de La Rioja por inter­medio de la Dirección General de Obras Hidráulicas elabora el primer esquema del "Canal Federal" con la finalidad de contar con agua para promover el desarrollo de sus vastas llanuras áridas y semiáridas.

A partir de allí, asumiendo la responsabilidad de la orga­nización y ejecución de las acciones tendientes a realizar estudios y proyectos para la sistematización de la cuenca del río Salí en Tucumán, la regulación del río Dulce aguas debajo de la presa de Río Hondo, la derivación y conducción de las aguas del Río Dulce hacia el sudoeste de Santiago del Estero, sudoeste de Catamarca y noroeste de La Rioja y noroeste de Córdoba, los gobernadores de las provincias de Catamarca, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán y La Rioja, firman un Acta Intención en 1988 creando el SIF (Sistema Interprovincial Federal) y se firma un convenio con el poder ejecutivo nacional por el cual se encar­ga al CFI (Consejo Federal de Inversiones) la ejecución de estu­dios y proyectos.

Durante el año 1990 se firma un Convenio de Cooperación entre el CFI y Agua y Energía Eléctrica de Santiago del Estero a fin de realizar el Proyecto "Aprovechamiento Integral de los Recursos Hídricos de la Cuenca Salí - Dulce" para elabo­rar esquemas preliminares de aprovechamiento, incluyendo deri­vaciones a otra región. De estos estudios surgen, entre otras con­clusiones, la idea de captar subterráneamente agua de las cuencas de los ríos Gastona y Medina en la provincia de Tucumán y con­ducirla por gravedad hasta La Rioja, atravesando las provincias de Santiago del Estero y Catamarca. A su vez se contemplaron otras alternativas que implicaban un bombeo adicional en ciertos tra­mos de la conducción.

Posteriormente la Empresa Ingenoa conformada por ex empleados de Agua y Energía Eléctrica de la provincia de Tucumán y Santiago del Estero, convirtió los estudios realizados en proyectos de factibilidad, en los que se manejaron distintas alternativas para la captación de agua. Una de ellas era a partir de galerías filtrantes, a lo que Tucumán se opuso permanentemente.

En razón de ello se propuso utilizar fuentes superficiales a partir de la presa embalse de Villa Lola (Tucumán), para lo cual se hacía necesario reparar ciertas obras de ingeniería en esa zona.
Ya en 1994, en la ciudad de Buenos Aires, "se reúnen el Presidente de la Nación, Dr. Carlos Saúl Menem, los Sres. Gobernadores de las Provincias de Córdoba, Dr. Eduardo C. Angeloz, de Catamarca, Don Amoldo Castillo, de La Rioja Don Bernabé J. A. Arnaudo, de Tucumán Don Ramón B. Ortega, de Santiago del Estero el Sr. Interventor de la Provincia Dr. Juan C. Schiaretti y el Sr. Ministro del Interior Carlos F. Ruckauf y el Sr. Secretario General del Consejo Federal de Inversiones Ing. Juan José Ciacera y "acuerdan el Informe Anteproyecto Preliminar de Derivación de Aguas de la Cuenca Salí - Dulce a través del Canal Federal" y "rati­ficar la ejecución de la etapa de Proyecto Definitivo pre­visto en el Convenio vigente" a cargo de la Empresa Ingenoa.

La zona delimitada (Ver Lugar) presenta un déficit hídrico pronun­ciado, que varía desde los 800 mm al año en el sector oriental hasta mas de 1.400 mm por año en la zona occidental, represen­ta un factor limitante para el asentamiento de la población y el desarrollo agropecuario, condenando a sus pocos habitantes a una vida precaria expresada en una economía de subsistencia. Las obras planificadas consistían en un sistema de obras cuya finalidad era derivar alrededor de 300hm3/año de agua, en un año medio hidrológico, de la cuenca media del río Salí-Dulce para aprove­charla en las provincias de Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja y Córdoba.

Dicho sistema preveía las siguientes obras:

a) De captación que se realizarían en dos senti­dos:

- La captación subsuperficial: se preveía captar unos 160hn3/año de agua a través de un sistema de galería filtrantes de 12 km de longitud, a una profundidad media de 7 m aproxima­damente, en las márgenes de los ríos Gastona y Medina, al este de la ruta N°38.
Las aguas que se preveían captar formaban parte de un acuífero libre de buena calidad química y con bajo nivel de con­taminación en su estado natural. Esta alternativa fue posterior­mente desechada por la provincia de Tucumán argumentando razones políticas, por lo que las provincias integrantes del SIF decidieron estudiar a posteriori una alternativa de captación desde el embalse Río Hondo, mediante una estación de bombeo y una conducción forzada de aproximadamente 10 km, para la ali­mentación del Canal Federal.

- La captación de excedentes superficiales: una parte de los excedentes superficiales se captaría desde los ríos Gastona, Medina y eventualmente del Río Chico, en la provincia de Tucumán; y el resto se tomaría del embalse de Río Hondo.
En el río Gastona se preveía la reconstrucción del azud derivador El Molino, lo cual permitiría mejorar la prestación del servicio de riego y abastecimiento a industrias, habilitar los Canales de Arcadia y derivar hacia el Canal Federal parte de los volúmenes excedentes desde enero a mayo.
En el caso del río Medina estaban previstas dos etapas: En una primera etapa se derivarían excedentes desde el actual azud derivador Villa Lola, el que debía ser reacondicionado. En una segunda etapa se preveía la construcción de una presa de embalse, aguas debajo de la unión de los ríos Las Cañas y Cochina, en las inmediaciones del actual azud derivador de Villa Lola.

Por otra parte se estima aprovechar del río Dulce los volúmenes excedentes por medio de una estación de bombeo, lo que permitiría aportar al Canal Federal unos 160hm3/año. Al mismo tiempo, y debido a que el aporte de material sólido al embalse de Río Hondo es importante, para compensar la dismi­nución de la capacidad de regulación, se prevé, para el futuro, la ejecución de la presa de embalse. El Sauzal, sobre el mismo Río Dulce en la provincia de Santiago del Estero, aguas abajo del ante­rior, con una capacidad inicial aproximada de 1000 hm3.

b) De conducción. Las aguas captadas serían conducidas hacia las zonas semiáridas y áridas del sur y sudeste tucumano, oeste de Santiago del Estero, sudeste de Catamarca, noroeste de Córdoba y noreste de La Rioja, donde la carencia de agua es muy marcada durante todo el año.
Estas obras se realizarían en tres secciones:
- La primera tendría una longitud aproximada de 165 km desde la zona de captación hasta el primer embalse de regulación en ruta (El Churqui, en la provincia de Santiago del Estero).
- La segunda sección tendría 145 km de longitud desde El Churqui hasta el segundo reservorio de regulación en ruta, presa de embalse El Itin, también en la provincia de Santiago del Estero. . La tercera sección tendría aproximadamente 220 km de longi­tud desde la zona de El Itin hasta la última zona de aprovecha­miento.

Las obras de Regulación en ruta: Sobre la base de los primeros estudios que se realizaron, quedó demostrada la necesidad de que el Canal Federal contara con suficiente capacidad de regulación para permitir almacenar el excedente de agua superficial captada en épocas de abundantes lluvias y entregarla cuando las demandas de riego así lo requirie­ran. Se planteó la construcción de dos embalses en la ruta del Canal que tendrían una doble función: regular los caudales exce­dentes de alimentación y lograr una adecuada operatividad del sistema. Estos serían la presa de embalse El Chirqui y la presa de embalse El Itin.

Es una realidad innegable que el área de influencia del Canal Federal se caracteriza por el acentuado déficit hídrico y por las escasas fuentes de agua locales, aptas para el consumo humano, donde la provisión de agua potable depende de las precipitacio­nes locales, lo que se refleja en la costumbre de acumular agua superficial en reservorios y represas. Todos los años el sistema entra en crisis durante la pri­mavera y comienzo del verano, cuando las precipitaciones son escasas, lo que obliga a racionar el suministro. Es tan dramática la escasez de agua que en algunos sectores las dotaciones no alcan­zan a satisfacer las necesidades mínimas, siendo este hecho de suma importancia para el desarrollo de las distintas actividades y entre ellas las económicas.

El abastecimiento actual de las poblaciones aludidas pre­senta un fuerte subsidio por parte de los Estados provinciales y municipales; donde debido a las restricciones presupuestarias de los últimos años se ha resentido sustancialmente el servicio públi­co, siendo reemplazado por la actividad privada (particularmente en las poblaciones rurales) lo que ha incidido en mayores gastos y como consecuencia de ello menor consumo de agua y menor calidad de vida de los habitantes.

En el Proyecto la empresa Ingenoa consideraba que el Canal Federal respondería a las expectativas de la población afec­tada puesto que resolvería definitivamente no solo el abasteci­miento actual, si no que permitiría cubrir las demandas del creci­miento futuro.
Reconociendo que las zonas a servir se concentran, mayoritariamente, en las provincias de Santiago del Estero y Catamarca. No menos importante es la necesidad de agua para las actividades económicas en general, prácticamente nulas o escasas en al área de influencia, para lo cual en el Proyecto se ha supues­to un cupo del agua por provincia. Considerando, según los aná­lisis realizados que, en todas las provincias la provisión de agua para industrias es viable.

También el riego constituyó uno de los propósitos fun­damentales del sistema del Canal Federal. Su importancia estaba basada en la posibilidad de transformación del sector agrícola de zonas con limitadas posibilidades de desarrollo de las provincias de Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja. Estas zonas, a pesar de disponer de suelos y clima favorable, detentan precipitaciones que no alcanzan a cubrir los requerimientos míni­mos para una producción agrícola sostenida. Así conjuntamente con los propósitos de agua potable y riego existiría la posibilidad de diagramar programas de desarro­llo en los distintos sectores de cada provincia.

En Octubre de 1996 con la presencia del Ministro del Interior de la Nación Dr. Carlos Corach y los Gobernadores de las provincias de Santiago del Estero Dr. Carlos A. Juárez, de Tucumán Gral. Antonio D. Bussi, de Catamarca Don Amoldo Castillo y de La Rioja representada por su Vicegobernador Miguel Ángel Asís se llega a un acuerdo global sobre cual será el trazado definitivo del Canal Federal y cuales serán las obras com­plementarias que en su momento fueron reclamadas por Santiago del Estero y Tucumán.

El logro más significativo que alcanzó Santiago del Estero fue el compromiso de que se construya la represa de El Sauzal. Se estimó que el costo total del proyecto rondaría los 800 millones de dólares. No se decidió cual sería la forma de financiar la obra pero se preveía la necesidad de préstamos exter­nos, sean de organismos internacionales o de instituciones priva­das que completarían el aporte del Estado Nacional previsto en el presupuesto para el año 1997.

En marzo de 1997 en reunión celebrada en la provincia de Tucumán, entre representantes de la provincia de Santiago del Estero, Catamarca, Córdoba, La Rioja y de la anfitriona con el CFI se evaluó la marcha del proyecto de prefactibilidad del Canal Federal y aspectos vinculados con su rentabilidad y la necesidad de financiamiento para la ejecución de las obras. Así mismo se encargó al CFI la búsqueda de acuerdos con Ingresos para la preparación, a la brevedad posible, de una evaluación social del proyecto, Por otra parte se encomendó también al CFI que con­sulte al Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Hídrica sobre el valor del caudal de crecida presentado por Ingenoa para la presa de Villa Lola.

En cuanto a Santiago, se determinó como plazo el 29 de Marzo, como fecha límite para la elaboración de toda la informa­ción referente a los beneficios sociales y económicos que tendría el proyecto Canal Federal en la provincia.
Dentro de los beneficios para mejorar la calidad de vida en los habitantes de la provincia de Santiago del Estero se encuentran:
- Abastecimiento en su recorrido con agua potable para los habi­tantes radicados en los Departamentos Río Hondo, Capital, Guasayan y Choya.
- Abastecimiento a establecimientos educacionales que no cuen­ten con agua para el consumo de los niños.
- Ahorro en gastos de transporte de agua potable por camiones cisterna.
- Disminución de costos sociales. Mortalidad, morbilidad, enfer­medades de origen hídrico.
- Incorporación de un número importante de hectáreas bajo riego para cultivos sustentables y de apoyo a la ganadería.
- Creación de puestos de trabajo durante las etapas constructivas de las obras y relacionados con las actividades de servicio y man­tenimiento de las obras.
- Construcción del dique El Sauzal que permitirá recuperar la capacidad de regulación actualmente comprometida en el embal­se Termas de Río Hondo por la colmatación y entrega de agua al Canal Federal, Este dique duplicará la disponibilidad de agua a la provincia permitiendo incrementar las superficies actuales bajo riego y atenuar los daños producidos por las inundaciones a poblaciones ribereñas del Dulce.
- Construcción del dique nivelador Tuama (Departamento Silípica) que permitirá la solución definitiva de alimentación a los canales menores que abastecen de agua potable y de uso agrope­cuario a los departamentos de San Martín, Loreto, Atamisqui y Salavina.

La situación actual del proyecto es la siguiente:
Previo al desarrollo del SIF la cuenca Salí - Dulce ya era un sistema altamente comprometido por:
a) La deforestación y el desmanejo ambiental registrado en su cuenca de captación;
b) El cambio climático global y los efectos de las corrientes del Niño y de la Niña;
c) El uso actual y futuro de su módulo (con cupos variables de extracción)
d) El desorden de las obras hidráulicas existentes y de las que se prevé construir sobre su curso y canales;
e) La contaminación de sus aguas;
í)  La alteración generalizada de los ambientes lóticos y leníticos del Salí-Dulce;
g) La degradación de los ecosistemas terrestres
Estas razones argumentadas por organizaciones ambien­talistas como: Funam, Greenpace, Salud Terrea, etc. buscaron tra­bar el polémico proyecto por vías judiciales, económicas y políti­cas. A estas se sumaron: La Universidad Nacional de San Miguel de Tucumán, la Universidad Nacional de Córdoba, la Pastoral Social de la Iglesia Católica de Santiago del Estero y Fundarse (Fundación para la Defensa de los Recursos Naturales de Santiago del Estero) entre otros.

Por otra parte la opinión pública tucumana y de los especialistas en temas hídricos, económicos y ambientales se pro­nunció en contra de la conveniencia de ceder un recurso que a la provincia no le sobra
El entonces gobernador Antonio Bussi solicitó que se incluyera en el proyecto la construcción de una obra largamente anhelada por la provincia: El Dique Potrero del Clavillo. Pero sin embargo la inclusión de la represa en una etapa ulterior del proyecto no alcanzó para cambiar las posiciones adversas. Por ello a la hora de suscribir el tratado definitivo de marzo de 1998, Bussi no fue de la partida por lo que Tucumán al igual que Córdoba pareciera, según las informaciones periodísticas, no estaban políticamente dispuestas a apoyar el CIF, por la forma en que se venían desarro­llando las acciones de este organismo.

El 25 de marzo de 1998 en la Casa Rosada se reunieron los gobernadores de La Rioja Ángel Eduardo Maza, de Catamarca Amoldo Castillo y de Santiago del Estero Carlos Juárez, junto al Presidente Carlos Menem y los Ministros del Interior Carlos Corach y de Economía Roque Fernández y firmaron el tratado interjurisdiccio­nal para el inicio de la primer fase de la construcción del Sistema Interprovincial Federal de Agua, la obra hídrica nacional mas importante de todos los tiempos

En este nuevo acuerdo Santiago del Estero debía enviar agua desde sus cuencas hacia tierras riojanas. La obra se iniciaría en el embalse de Río Hondo, con un a longitud de 523 km, pasando por los departamentos de Río Hondo, Capital, Choya y por las provincias de Catamarca y de La Rioja.
La primera fase comprendería una obra de toma en el embalse de Río Hondo con una estación de bombeo y un canal de 145 km en la provincia de Santiago del Estero; también con­taría con una presa de embalse en El Bolsón sobre el río Albigasta, el acueducto y el canal vincularía a Catamarca y a La Rioja.

El tratado que firmaron el Presidente, sus Ministros y los Gobernadores, resalta que una vez alcan­zada la ejecución total de la obra, se traducirá en mejo­rar la salud de la población, desalentar las migraciones hacia grandes centros urbanos, promover el estableci­miento poblacional, aumentar la actividad económica generando recursos genuinos, permitir la utilización de métodos modernos e intensivos de explotación y generar empleo no solo durante su construcción sino como con­secuencia de su puesta en funcionamiento.
Por otra parte las provincias firmantes se comprometie­ron a ceder los volúmenes de agua excedentes de la cuenca Salí -Dulce, lo que se distribuiría entre las provincias beneficiarías a razón de un 20% para Catamarca, un 30% para Santiago del Estero y un 50% para La Rioja.

En esta primera etapa se preveía la actualización del pro­yecto, el pliego para el llamado a licitación, el proceso licitatorio, la adjudicación de la obra y el inicio de su ejecución prevista para fines del corriente año.
Posteriormente en el mes de junio, a propuesta de la Secretaría de Recursos Naturales y Desarrollo Sustentable de la Nación, Ing. María Julia Alzogaray se introducen profundas modi­ficaciones en la obra del Canal Federal, reemplazando el tramo santiagueño del canal a cielo abierto por una tubería.

El Presidente de la Nación, había apartado al SIF de la órbita del Ministerio de Obras Públicas de la Nación y dejado el proyecto en manos de la dependencia de María Julia Alzogaray, a quien se le dio apoyo pleno para impulsar las obras mas polémi­cas
Al respecto el Gobernador Carlos A.Juárez manifestó su oposición a las modificaciones realizadas en el acuerdo. La dis­conformidad del gobernador se planteo en tres puntos concretos:
- La indisponibilidad del recurso hídrico para consumo y riego en la provincia, al ser muy exiguo su caudal.
- El encarecimiento injustificado del canal, en detrimento de las otras obras importantes del sistema
- La necesidad de efectuar un bombeo permanente de agua desde la presa de Río Hondo, sin respetar el principio de la exce­dencia del recurso hídrico.

Además de estos puntos de conflicto Juárez evaluó otros aspectos poco claros como por ejemplo: el de los pliegos de la licitación que no prevén que la Nación sea la que sufrague los gastos que demandaría la expropiación de los inmuebles donde estaría emplazado el Canal. El presidente solicitó a Alzogaray que reconsidere esta situación a los efectos de posibilitar el acuerdo del gobierno pro­vincial con la Nación.
El 7 de julio del mismo año, Alzogaray visita la provin­cia y el primer mandatario después de una reunión reservada cambió repentinamente de opinión y defendió la obra como se deja ver en sus expresiones: "Creo que el entubamiento es la mejor alternativa, por que va a evitar todo ataque al medio ecológico, es una conquista que no la esperaba, ya que se ha cambiado para bien".

Contemporáneo a los hechos, el gobierno de Catamarca reclama a la Nación el respeto a los acuerdos firmados con esa provincia, Santiago del Estero y La Rioja, a la vez que rechaza el nuevo proyecto del siste­ma de tuberías. El gobernador Amoldo Castillo advirtió al gobierno de la Nación que de no respetarse los acuer­dos el Canal no pasará por Catamarca.

Con posterioridad, el gobernador de la provin­cia de Santiago del Estero, volvió a cuestionar la obra en una carta enviada al Presidente Carlos Menem, donde criticó la falta de información y los cambios inconsultos que se realizaban al proyecto, posiblemente preocupado por la decisión del Congreso de la Nación de eliminar del presupuesto para el año 1999, la partida destinada al financiamiento de las primeras obras del Canal Federal.

Menem en marzo de 1999, decidió por decre­to lo que no pudo aprobar por Ley, esto es la contrata­ción de avales por 415 millones de dólares para posibi­litar el primer llamado a licitación de la obra. Recordemos que el proyecto había sido excluido del presupuesto nacional para el año en curso.

Solo tres meses después el gobernador de Santiago del Estero, Carlos Juárez decide, también por decreto, retirarse del proyecto Sistema Interprovincial Federal (SIF). Entre los puntos objetados figuraban: la obligación de que la provincia se hiciera cargo del costo de bombeo de agua, con un presupuesto anual de 2 millones de pesos; la determinación de levantar la cota (paredón de embalse) perjudicando inversiones allí rea­lizadas y la obligatoriedad de derivar el doble de agua que se pactó en un primer momento. A estas razones hay quienes aseguran que se sumaron la del "costo político" de apoyar una obra impopular tanto en el orden provin­cial como nacional e internacional y la pérdida de poder por parte del presidente Menem.
La decisión del gobernador santiagueño acarreó la pará­lisis del mega-proyecto y un nuevo enfrentamiento con el gobier­no nacional que inmediatamente dio a conocer la resolución de iniciar acciones legales contra la provincia por incumplimiento de lo antes pactado.

A partir de la decisión del gobernador Carlos Juárez, se intensifican las acciones de los grupos ecologistas en contra de la concreción de la obra hidráulica en tanto que el Presidente Carlos Menem presiona al Ministro de Economía Roque Fernández, para que firme los avales que garanticen las obras a realizar por las empresas que ganaron la licitación: Aldo Roggio (del grupo Roggio); Eduardo Baglieto (Techint) y el Consorcio Brasileño Andrada Gutiérrez

El ministro Roque Fernández después de muchas dila­taciones y bajo presión del ejecutivo nacional firma los avales pero condicionados a la realización de las obras. El titular del Palacio de Hacienda precisaba que las tareas de construcción debían estar ejecutadas, siendo el mondo inicial acordado para ello la suma de 190 millones de pesos.

A partir de esta decisión las empresas constructoras que se adjudicaron la licitación para realizar las obras podrían negociar con la Banca el otorgamiento de los créditos necesarios para rein­tegrar los montos que entregaría el gobierno. En noviembre llega a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, la causa iniciada por el gobierno cordobés representado por el radical Ramón Mestre, que se oponía a la realización de la obra por considerar que la misma perjudicaría a la provincia en lo que respecta a la cuenca Salí-Dulce que desemboca en la laguna de Mar Chiquita

En diciembre el Dr. Fernando de la Rúa se hace cargo de la primera magistratura de la Nación y recibe el planteo del gobierno de la Provincia de Catamarca sobre la necesidad y urgencia del Canal Federal considerando que este es de vital importancia para llevar agua a la zona este de su territorio y al norte de La Rioja siendo la única alternativa de desarrollo eco­nómico de la región. A ello el gobierno respondió que estudiará la viabilidad del Canal Federal con el objetivo de verificar si se justificaba la realización de la proyectada obra.

Con posterioridad, ya en el año 2000, los gobernadores de las provincias de Catamarca Osear Castillo y de La Rioja. Ángel Maza, abandonaron por inviable el proyecto del Canal Federal. El funcionario de Catamarca señaló que el proyecto se abandonaba, obedeciendo a las medidas de ajuste impulsadas por el gobierno nacional de Fernando de la Rúa.

Para finalizar, hablar del Canal Federal es referirse a una misma idea y a varios proyectos. Manejar los recursos naturales de la región en beneficio de la población fue lo primero y aceptado. Las diferen­tes formas de concretarlo dieron lugar a conflictos de orden téc­nico, legal y político que frustraron el mejoramiento de la calidad de vida de las personas involucradas en el proyecto. Si bien es cierto que la idea de llevar agua al sector oeste de la provincia, podía hacerse desde la propia jurisdicción, la característica de federal la engrandecía, por la magnitud, las con­secuencias y lo que es más importante, la solidaridad entre pro­vincias hermanas. La idea de usar los recursos naturales, en este caso del Canal Federal, el agua para beneficiar a varias provincias incluidas fue y será buena. Los proyectos fueron cambiando por intereses diversos haciendo inviable lo viable.

Fuente: http://www.fundacioncultural.org/revista/nota2_30.html

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