2/06/2011

318. Agroindustrialización del campo

Autor: Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria - Ediciones - Actualización Técnica Nº 49 - Julio 2009-El contenido e imagines es autoria del INTA y de los autores que figuran en el final del proyecto. http://www.cosechaypostcosecha.org/
El presente trabajo fue extractado por el Editor Jorge Elias del excelente estudio original presentado por el INTA. Otro tema original relacionado con el actual es el siguiente: http://proyectopragmalia.blogspot.com/2009/05/32-creacion-de-cooperativas.html)

A. Proyecto: Agroindustrialización del campo.

B. Fundamentación: El desafío que la Argentina está afrontando es transformarse en un país industrializado para ser un país económica y socialmente sustentable. Esto lo puede lograr de la mano del campo promoviendo el desarrollo de la agroindustria. Para esto es necesario considerar la gran diversidad de productos que se pueden colocar en mercado internacional y que esos productos tengan el mayor valor agregado posible. Dejar la idea del otrora granero del mundo y ofrecer al mercado productos elaborados de
gran calidad agroindustrial y alimenticia. Para esto se requiere entrar en una nueva estrategia de producción
cuya finalidad es la producción de productos industriales, ya sea semielaborados (granos de calidad
diferenciada, aceites crudos, etc.) y elaborados (harinas, aceites refinados, pastas, biocombustibles,
bioplásticos, etc.).
Es relevante considerar a muchos de estos productos y subproductos dentro de la producción animal intensiva (carnes, leches, etc.), todos integrados en una sola cadena agroindustrial haciéndola más rentable.
Esto implica integrar en un solo proceso industrial a la producción primaria de los granos en el campo, transformarlos localmente y colocarlos en el mercado internacional de acuerdo a la demanda.
Esta integración de la etapa productiva con la de comercialización, permite a cada uno de los actores en
conjunto visualizar desde un comienzo cuáles productos elaborar y cuáles son los requerimientos necesarios
durante toda la cadena productiva. Es lo que el concepto de calidad integral persigue.

Hoy en día no se admite producir granos sin una planificación previa que tenga en cuenta: la calidad del producto a obtener, cómo obtenerlo, cómo industrializarlo y la demanda del mercado, para lograr la máxima rentabilidad. Desde luego en un planteo de sostenibilidad y conservación del medio ambiente. Este último concepto tiene un significado económico muy grande, ya que si consideramos en términos generales a toda la cadena productiva-comercial, solamente el 15 al 25% del valor final del producto puesto en la góndola lo recibe el productor primario. La principal ganancia la captan los intermediarios, los comercializadores y los expendedores (góndolas). Un estudio efectuado por la Universidad de Nebraska indica que esta tendencia será cada vez más significativa y que en corto plazo el  productor primario solo percibirá el 10 al 15%. Es decir que el valor relativo de las materias primas irá cada vez disminuyendo y aumentando los beneficios que toman los intermediarios y los expendedores.
Es aquí donde el productor agropecuario debe fijar su atención para mejorar su rentabilidad y tomar parte de las ganancias de los demás integrantes de la cadena para su propia rentabilidad. Este es el gran desafío que hay que afrontar hoy en la Argentina.

Un país productor de materia prima no es económicamente ni socialmente sustentable. Lo mismo ocurre con el productor agropecuario para continuar en un agrosistema económicamente sustentable deberá afrontar tarde o temprano la industrialización de los productos primarios, agregarle el mayor valor posible y transformarlos en productos industriales. Esto permitirá un crecimiento más equilibrado de las comunidades del interior del país, capitalizando localmente los excedentes, generando una mayor demanda de mano de obra y reduciendo los costos relativos del transporte.
Otro de los aspectos a considerar es la estabilidad de los precios, comparando a los alimentos con los granos. En el caso de los alimentos han mantenido una estable constante tendencia en aumento. En cambio, los granos (commoditties) tienen una marcada variabilidad, con una tendencia en disminución con respecto al valor de los alimentos. Posiblemente uno de los beneficiarios más relevantes sean los municipios ya que tendrán un incremento muy significativo de sus ingresos por el impuesto aportado por la agroindustria, mientras que el impuesto de las materias primas en gran proporción se lo llevan las provincias y la nación.
Esto que estamos presentando es el nuevo paradigma de la producción agropecuaria Argentina para que se transforme en una producción agroindustrial, con la particularidad del desarrollo de PYMES en el interior del país, siendo cada una de ellas un potente engranaje de la gran agroindustria argentina.

C. Objetivos generales:
- Incrementar el desarrollo industrial agroalimentario de laboracion alimentos simples, nutritivos y de bajo costo (para economías con escasos recursos), además de los sofisticados.
- Desarrollar PYMES especializadas en productos agroindustriales que generen más valor agregado a sus productos y con más calidad mediante la industrialización.
- Promover la innovación permamente en los procesos, en los equipamientos, en los productos obtenidos, en los consumidores y en los mercados.
- Incrementar la biomasa para energía.
- Agregar valor en origen a la producción.
- Aumentar la calidad del cultivo mediante el adecuado manejo del cultivo, cosechando sin daño mecánico y acondicionando el grano para guardarlo seco y limpio.
- Fomentar la agricultura de precisión para mejorar la eficiencia del cultivo y la disminución de la contaminación del grano y del ambiente.
- Producir biocombustibles cooperativamente.
- Transformar el biogas sobrante en electricidad.
- Emplear el fertilizante organico de los Feed-lock
- Conservar la sustentabilidad y la conservación de los recursos naturales
- Fomentar la integración vertical de los sistemas productivos argentinos
- Incrementar la disciplina de la sustentabilidad económica.
- Mejorar geneticamente la producción de granos.
- Contribuir a solucionar el problema de la pobreza en el mundo.

D. Lugar: Implementar el asociativismo empresarial, con integración vertical en origen, con participación directa del productor primario basado en reinvertir toda la renta en el sector agroindustrial, de manera asociativa (Sociedad Anónima) alcanzando emprendimientos tecnológicamente competitivos y sustentables que demanden puestos de trabajo en origen. Los cambios propuestos permiten una evolución en el manejo del valor agregado, donde muchos productores trabajan de manera asociativa con ubicación geográfica estratégica. Estos productores confluyen con su producción primaria a un centro de industrialización con escala competitiva que funciona como una Sociedad Anónima con espíritu cooperativo, donde cada unidad es manejada en forma independiente, generando rentas que deben ser redistribuidas en proporción a los kilogramos de materia prima aportada. Es decir que la propuesta debe contemplar una apropiación de la renta por parte del productor primario y así en todos los procesos.

E. Recursos necesarios:
-Apoyo de Universidades, Entidades Oficiales, Gobierno Nacional, Gobiernos Provinciales y Municipales. Entidades y Asociaciones Privadas, el Sistema Cooperativo y todos los Productores a este nuevo paradigma.
- Generar condiciones que incentiven la toma de decisiones para elaborar y ejecutar emprendimientos con inversión público/privada, reinvirtiendo los recursos generados por el sector agropecuario primario, posibilitando que el capital tierra sea mejor aprovechado, multiplicando varias veces el valor de la producción primaria, antes de llegar a los puertos. Como se sabe, cualquier transformación y agroindustrialización genera movimientos de la economía, rentas y muchos puestos de trabajo (INTA: Ing. Agr. Ph.D. Cristiano Casini)
 
F. Características generales: Este proyecto no se se contrapone con lo que han hecho las grandes empresas agroindustriales del país y que han contribuido significativamente al desarrollo del país y debemos estar orgullosos de ello. Esto que estamos proponiendo es un complemento de lo que ya existe en el país. Además, se plantea la posibilidad que esas grandes industrias, que hoy colocan en el mercado mundial grandes cantidades de aceites crudo, deban ellas también afrontar el desafío de refinar ese aceite y colocarlo en el mercado internacional como producto terminado, aceite comestible ya embotellado y listo para el consumidor. Ese aceite crudo que hoy se coloca en el mundo no deja de ser para ese mercado un "commodity" más. Para ello:
1) Se deben desarrollar verdaderas PYMES especializadas en productos agroindustriales. Empresas que generen cada vez más valor agregado a sus productos y cada vez con más calidad. El agregado de valor a un producto primario debe ser una constante, siempre se puede dar un paso más y constantemente ir agregando valor mediante la industrialización. El desarrollo de PYMES en diferentes formas de asociaciones de productores, es el primer gran y más difícil desafío que tendremos los argentinos. Comprender que debemos y podemos asociarnos entre varios para formar empresas que nos darán la posibilidad de progresar como productores, empresarios y como sociedad. Luego vendrán otras demandas para conocer cuales son los productos a elaborar, la determinación y dimensionamiento de los mercados, el equipamiento más adecuado y la determinación de los procesos más eficientes, etc. Todo esto bajo un marco distintivo de "bajos costos y alta calidad". Es decir que el producto agroindustrial que se logre debe ser altamente competitivo a nivel local e internacional. Tenemos las condiciones para hacerlo.

2) Este cambio debe tener como única premisa "la innovación permanente"; innovación en los procesos, en los equipamientos, en los productos obtenidos, en los consumidores y en los mercados. Se debe poner en marcha un proceso de creatividad con métodos modernos de investigación y experimentación que inmediatamente pongan en práctica las novedades encontradas. Esta novedades deben tener una característica particular, de origen argentino definido y que se diferencien de los del resto del mundo por su calidad, sanidad, nutrición, bajos costos y porque son producidos con la preservación del medio ambiente.

3) En todo este contexto que se presenta debemos considerar la oportunidad que tiene la Argentina de desarrollarse frente al mundo, ya que se estima que la población mundial crecerá a razón de 80 millones de habitantes por año y habrá una gran demanda de alimentos. Esto significa que se deberán producir una cantidad de alimentos en los próximos años, quizás, máyor que los que se han producido hasta ahora en la historia de la humanidad. Estos alimentos serán demandados en su mayor parte por países en vías de desarrollo donde las posibilidades económicas serán limitadas y también se mantendrán las demandas de aquellas comunidades con mayor poder adquisitivo. Con esto se quiere significar que el desarrollo industrial agroalimentario debe considerar también la elaboración de alimentos simples, nutritivos y de bajo costo, además de los más elaborados. Es decir desarrollar toda una gama de productos desde los más sencillos a
los complejos, considerando que la demanda de alimentos será desde varios países con diferentes capacidades económicas, pero sin descuidar a ninguno.

4) La agricultura Argentina también debe considerar es la demanda de biomasa para energía ,ya que según Manfred Kern (Futuro de la Agricultura 2025-2050), esta crecerá entre un 20 a 30%, sobretodo para la elaboración de bioetanol, biodiesel producidos desde la caña de azúcar, remolacha azucarera, palma, jatrofa, forestales, granos y plantas de cultivos como el maíz, sorgo, colza, etc. Por lo cual, la producción primaria también debe crecer implementando prácticas agrícolas de manejo sustentable y no competiendo entre la producción de biomasa y alimentos. Debe haber un equilibrio que haga posible el crecimientos de ambas demandas sin perjudicar la buena y económica alimentación de la población mundial.

5) Todo este planteo requiere además, de un nuevo sistema de producción primaria, ya no es simplemente
producir "granos" y después vemos que sucede. Esto exige una agricultura mas programada, más exigente y mas precisa. Si consideramos solamente el punto de vista productivo, el manejo del cultivo es la base fundamental para lograr la calidad inicial de los granos a nivel de campo, incentivando la fertilización y el riego según las posibilidades. Asimismo hay que controlar los procesos de cosecha y postcosecha para evitar pérdidas y el daño mecánico del grano, que en ciertos cultivos es muy elevado. Para esto, se debe incluir a esta etapa de producción primaria dentro de un marco de "aseguramiento de la calidad".

6) Además, si se piensa producir un grano de calidad y tener una rentabilidad extra por esa calidad, hay que pensar no solamente en el manejo del cultivo, sino también en la variedad que le dará los mejores
rendimientos, la mayor cantidad de proteínas, el mayor porcentaje de aceite, la menor concentración de taninos, etc., según de la especie que se trate. Cuanto menor es el deterioro desde el campo, mejor será su conservación. Con esto se obtiene calidad y se reducen significativamente los costos de almacenamiento. En la etapa de poscosecha, los granos deben ser acondicionados para preservar la calidad lograda a campo. Ese acondicionamiento tiene un objetivo básico: almacenar el grano seco, sano, limpio, libre de insectos y de contaminantes biológicos y químicos. Por lo tanto es necesario pensar que estos alimentos deben estar libres de contaminantes biológicos (micotoxinas), lo cual se logra con un adecuado manejo del cultivo, cosechando sin daño mecánico y acondicionando el grano para guardarlo seco y limpio.
Lo mismo ocurre con las exigencias de los mercados internacionales en cuanto al bajo nivel de residuos químicos que admiten. Para esto, el manejo integrado de plagas evitando el uso de los productos restringidos y la sobredosis de otros, es la base fundamental para afrontar este problema.

7) Cabe destacar que la agricultura de precisión ocupará un papel cada mas importante para mejorar la eficiencia del cultivo y la disminución de la contaminación del grano y del ambiente. Es el gran aporte que puede hacer esta disciplina a la sustentabilidad económica y ambiental del agrosistema.

8) Por otra parte, en el aspecto del mejoramiento genético, además de lograr granos de la mayor calidad intrínseca posible específica para cada producto (proteínas, aceite, biocombustibles, etc.), la búsqueda de mecanismos naturales de resistencia al deterioro, debe ser la base para mejorar la calidad de los granos y su conservación posterior. El objetivo final de la producción de granos debe ser un producto elaborado, con una gran calidad alimenticia y altamente competitivo a nivel internacional. El requisito básico es la obtención de un buen producto primario (grano) e integrar esta producción a la industria alimenticia para poder proveer al mercado mundial alimentos de calidad y accesibles a todas las demandas. Para esto es necesario considerar, a la producción de granos y alimentos en conjunto como una agroindustria bajo el concepto de calidad integral, con el objetivo de producir cada vez más cantidad y calidad de alimentos accesible a todos los extractos de la sociedad.

9) No cabe duda que la agricultura es el sistema básico para solucionar el problema de la pobreza en el mundo, pero el requisito básico debe ser un modelo de un agrosistema donde se respete la conservación de los recursos naturales, el medio ambiente, la salud de sus habitantes e integrados localmente a un desarrollo agroindustrial con un permanente agregado de valor, lo cual permitirá un desarrollo estable y con equidad social.

10) La calidad de los granos comienza en el campo con el manejo sustentable del cultivo, luego hay que controlar el proceso de cosecha y en la etapa de poscosecha es necesario conservar la calidad lograda en el campo, considerando además, el destino final del grano dentro de la cadena agroindustrial. Para obtener buenos precios, no solo se debe lograr una "buena calidad" de los granos, sino también es necesario tener en cuenta el destino agroindustrial y las demandas del mercado.

11) Integración vertical de los sistemas productivos argentinos: En los últimos años se produjeron cambios profundos a nivel global y también en Argentina, esos cambios, entre otras cosas, indican un crecimiento de la siembra sobre campos alquilados con contratos muy corto plazo (muchas veces una campaña). Este proceso dificulta la planificación de un sistema de rotación de cultivos, la aplicación de tecnología como la del balance de nutriente y carbono del suelo, también afecta el desarrollo de estructuras fijas que permiten integraciones que faciliten procesos de industrialización en origen, transformaciones de proteína vegetal a proteína animal, biocombustibles, etc. Finalmente desalienta la integración asociativa para encarar proyectos de mayor valor agregado en origen, que conlleven a un crecimiento con desarrollo y equidad del interior del país. Las crisis agudizan el ingenio y activa muchas mentes en todos los niveles de la cadena agroalimentaria.
Por tal motivo surge la necesidad de diseñar estrategias tecnológicas integrales que orienten al desarrollo de políticas activas que mejoren la realidad mirando a los próximos 15 años. Las medidas regulatorias y de incentivo político deben gestarse desde la intendencia de los pueblos "agropecuarios" del interior.
La propuesta tiene como base la idea de dejar de ser espectadores para pasar a ser uno de los tantos protagonistas de los cambios que debemos al menos considerar, discutir, para luego elaborar proyectos concretos que se transformen en productos. Esto requiere participación y alto compromiso social / empresarial. Lo más claro de la realidad es que la cadena de agroalimentos argentina debería crecer en productividad, valor agregado y sustentabilidad, para ello es conveniente crecer en procesos de industrialización primaria en origen, crecer en la transformación de ese alimento de origen vegetal en proteína animal (carne bovina, leche, cerdo, producción avícola), y también debe crecer en industrialización secundaria (o sea frigoríficos, plantas lácteas diversas, chacinados, etc., etc., todos con calidad trazable y denominación de origen en ciertos productos), y si es posible una terciaria (carnes cocinadas listas para ser consumidas). Además se debería crecer en la cadena de frío y abastecimiento trazable hasta las góndolas locales y del mundo, pero siempre bajo estructuras manejadas desde origen. Hoy existen muchos ejemplos exitosos de grandes complejos agroindustriales, pero también es real que el grueso de la exportación agropecuaria argentina está constituida por "commodities", por lo que se sugiere que en el futuro ningún producto primario viaje en camión más de 80 km. sin recibir un incremento de valor, o sea agregado de valor en origen. En los próximos 10 años, Argentina debe incrementar el valor promedio de la tonelada exportada de agroalimentos de 400 U$S/tn a más de 1.200 U$S/tn y de ese incremento de valor o renta debe apropiarse el productor agropecuario primario si desea seguir siendo competitivo. La primer pregunta es ¿competitivo respecto a quién? respecto a los productores del resto del mundo que hace mucho tiempo que ya pasaron las tranqueras; la segunda pregunta es ¿cómo lo hacemos? y la respuesta es participando activamente de manera asociativa en toda la cadena de agroalimentos, o sea una integración vertical del productor primario en la cadena de agroalimentos.
Al "exportar" cereales y oleaginosas como grano de una zona a otra, se pierde la potencialidad de agregar valor y generar mano de obra en origen, o sea pierde el potencial desarrollo del territorio generado por la actividad agropecuaria. El grado de desarrollo de un país es precisamente el valor de la tonelada exportada en relación al valor de la tonelada importada. De la misma manera se mide el desarrollo de territorio de un país; hoy en Argentina existen provincias y ciudades agroindustriales y otras que solo producen y "exportan" con fletes caros, materia prima sin elaborar, es evidente que es difícil crecer cuando la producción de bajo valor (grano) viaja por camión más de 200 km. al lugar del primer destino. En este aspecto, como ejemplo se puede mencionar que al menos 3 provincias del NOA, fuertemente exportadoras de grano forrajero (muy alejadas de Rosario), importan de otras provincias carne y leche. Resulta poco conveniente y sustentable importar toneladas de fertilizantes, agroquímicos y
maquinaria agrícola a 700, 3.000 y 10.000 U$S/t respectivamente, transformarla en cereales y oleaginosas y exportarla a 400 U$S/t en promedio. Se debe evolucionar mucho al respecto, sin dramatizar, ni perjudicar a nadie, en favor de todo el país; evolucionar con propuestas y acciones concretas en las que la gran mayoría de los habitantes estemos de acuerdo, y que se transformen en políticas agroalimentarias de Estado.

12) Por ello en el INTA, desde el Proyecto PRECOP II, un grupo de técnicos de varias experimentales, desde mediados del año 2007, estamos trabajando para generar y difundir un nuevo concepto de agroindustrialización del campo, donde el valor agregado sea producido en origen, donde la producción primaria sea producida con la mejor tecnología, con precisión por ambiente, con el concepto de que la calidad comienza desde el principio, donde se eviten pérdidas físicas y de calidad, dentro de un marco de "aseguramiento de la calidad". En lo posible producir cereales u oleaginosas teniendo en cuenta el objetivo de satisfacer un estándar de calidad específico, que es demandado por la agroindustria, según los productos que elabora y las exigencias de los distintos mercados.

13) La agricultura de precisión además de hacer preciso y rentable el uso y aprovechamiento de los insumos aplicados según ambiente, también es una poderosa herramienta para la trazabilidad de procesos, disminuyendo la contaminación ambiental y de los productos.

14) Posteriormente a este Proceso Primario con Valor Agregado viene el próximo eslabón, la industrialización primaria, o sea "fabricar" luego de algunos procesos precisos (molienda, extrusado) los mejores alimentos balanceados específicos (para cerdo, pollos y bovinos), ese producto todavía de relativo valor agregado no debe trasladarse muchos kilómetros para ser transformado en proteína animal: cerdo, pollo (huevo/carne) y bovino (leche/carne).

15) Todos los procesos de transformación intensivos generan efluentes que deben ser bien tratados y transformados mediante algún tratamiento estratégico que, dependiendo del tipo de biomasa o efluentes "de acuerdo al sistema productivo", podrán ser tratados mediante procesos de biodegradación (biodigestor) para producir biogás, bioelectricidad y fertilizantes orgánicos líquidos, energía que debe ser reutilizada en un
complejo agroindustrial transformador con mucha eficiencia y al residuo líquido distribuirlo como fertilizante orgánico para reponer los nutrientes en los propios campos donde fueron extraídos a través de los granos y pasturas. En el mismo complejo deberían ubicarse las industrias secundarias que dan el gran incremento de valor agregado, los frigoríficos de pollo, cerdo y bovinos, las industrias lácteas, las industrias de procesamiento de huevos, de fiambres y chacinados, quesos, dulce de leche, etc. muchos de ellos con denominación de origen (lo que constituye más valor agregado). Todas estas industrias consumen energía y desechan efluentes que también pueden alimentar un biodigestor y producir biogás, bioelectricidad y fertilizante líquido orgánico, mejorando la ecuación energética y la gestión ambiental.

16) En el mismo complejo y como otro eslabón de generación de renta y trabajo, debe existir la cadena de transporte con línea de frío y trazabilidad, para llegar con la mejor calidad posible a las góndolas del mundo con industrialización secundaria, transporte, cadena de frío y comercialización en el mercado interno y externo (exportación).

17) El asocionismo empresarial (cooperativo) proporciona un valor agregado en origen que genera crecimiento con desarrollo (trabajo en origen), la equidad de distribución está asegurada por el espíritu asociativo de los emprendimientos, evitando la concentración de la población en grandes ciudades, con todo lo que eso implica.

18) La sustentabilidad y la conservación de los recursos naturales estarían también asegurados por el manejo de los insumos según ambiente, la trazabilidad del trabajo a campo y por la secuencia de cultivos donde el maíz, el sorgo y el trigo estarían siempre presentes como capturantes de carbono y generadores de raíces estructurantes de suelo. La soja será el cultivo proteico por excelencia debido a que Argentina posee las mejores condiciones edafoclimáticas para producirla, además de un paquete tecnológico de muy bajo costo, el más bajo del mundo. Por estas razones, la sustentabilidad del ambiente productivo incluye a la soja.

19) Quimicamente, al suelo se le devolverá gran parte de los nutrientes mediante el aporte de los fertilizantes orgánicos líquidos extraídos de las piletas de los biodigestores y de otros sistemas de tratamientos como es el caso de producción avícola o los Feed Lot, que en todos los casos serán distribuidos racionalmente en donde más convenga. Con esta metodología de trabajo también frenamos la hoy masiva exportación de nutrientes a bajo precio que llevan los granos, las harinas y aceites al resto del mundo.

20) Muchos son los modelos productivos que se pueden diseñar bajo esta filosofía asociativa de escala competitiva con integración vertical y agregado de valor en origen. Debemos también tener en cuenta que en Argentina es factible replicar en parte algunas de las 160 plantas productoras de etanol a partir de la molienda del grano de maíz que existen actualmente en EE.UU. y consumen 90 M/Tn de maíz por año. Es pertinente aclarar que al menos 100 de 160 plantas de este tipo existente en EEUU, están en manos de los productores de manera asociativa. Los modelos de producción de etanol, a partir de caña de azúcar, a partir de grano de maíz y sorgo y también el etanol de sorgo planta entera de sorgo azucarado cosechadas con máquinas de caña de azúcar serán una alternativa en Argentina en el mediano plazo. Todos estos complejos industriales alcoholeros producen residuos muy valiosos para la alimentación animal, principalmente el DDG (grano seco destilado) de maíz y sorgo granífero muy ricos en proteínas (25%) con 10 a 12% de humedad. También se puede utilizar como alimentos perecederos el DDGS, o sea con 60% de humedad (ración para corta distancia), donde se favorece el asociativismo del productor vecino a la planta. El etanol no se puede transportar por caños, por lo tanto debe hacerse por camión o tren hasta una refinería petrolera, esto indica un análisis preciso de la situación y la logística de radicación.

21) No debemos descartar las otras fuentes de energías renovables, como la energía eólica en zonas de mucho viento y la energía solar, dos fuentes generadoras de electricidad que serán la llave para producir hidrógeno, ya existe experimentalmente el tractor a hidrógeno y como se sabe la tecnología del hidrógeno es de electricidad dependiente. En el camino del balance energético y ambiental existe la tecnología del biogás; estos modelos demandan mucho gas y en el caso que sobrara biogás se transformaría en electricidad a través de un generador; el efluente del biogás es un fertilizante orgánico líquido rico en P y N, pero se ofrece muy diluido, lo que indica para su utilización un gran caudal por hectárea, señalando la conveniencia de utilizar un equipo de riego (Pívot) para fertirrigación, claro está haciendo funcionar el motor de la bomba extractora de agua también con biogás. Esta alternativa será viable en zonas con calidad y cantidad de agua subterránea; donde no exista el agua, el fertilizante líquido orgánico se distribuirá con tanques distribuidores especiales. Todos estos modelos productivos ya existen y funcionan en Brasil, EE.UU., Europa Central y también se replicarán en Argentina pero con el gran desafío de integrarse verticalmente. El valor del petróleo 70 U$S/barril del año 2009, versus 16 $S/barril del año 2002, el valor de la tierra actual en Argentina de 8.000 U$S/ha., versus 2.000 U$S/ha en el año 2002 indican cambios de paradigmas sobre el uso de la tierra y la energía, que no alcanza a ser sustentable para un país que exporta granos o derivados sin valor agregado de una zona a otra y menos a países muy lejanos.

22) Otra cosa que seguramente será una moneda constante en los análisis del futuro será cuánto valor agregado se puede poner a un milímetro de agua útil de un perfil de suelo fértil. Los promedios de conversión de los cultivos indican 7 kg/ha de soja por milímetro de agua útil, 8 kg/ha de trigo, 14 kg/ha de
sorgo granífero y 17 kg/ha de maíz, aproximadamente. Eso indica que si la soja vale 446 U$S/t y el trigo
194 U$S/t, el maíz 148 U$S/t y el sorgo 125 U$S/t, un milímetro convertido a soja produce primariamente
3,12 U$S/mm. de agua útil y el trigo solo 1.55 U$S/mm., el maíz produce 2.51 U$S/mm. y el sorgo
granífero 1.75 U$S/mm., y como se sabe en siembra directa al realizar doble cultivo, el milímetro utilizado
para el trigo seguramente faltará para la soja o maíz de segunda. Por lo tanto en un futuro se hablará de costos de producción, de rentabilidad, pero también de la capacidad de transformación de los cultivos por milímetros; claro está, sin olvidar la sustentabilidad del sistema. Además otra cosa que será muy tenida en cuenta en el análisis será la capacidad de valor agregado que posee cada kilogramo de cereal y oleaginosa por su valorización en la industrialización, como así también en la eficiencia de transformación, en las diferentes alternativas de proteína animal producida teniendo siempre presente al consumidor a nivel global.

Todo indica que el campo argentino del mediano plazo (10 años) debería abandonar la idea de exportación sin transformación, sin industrialización, sin valor agregado en origen, para evolucionar hacia sistemas productivos donde el productor primario supere la tranquera, participe y se apropie de la renta, recuperando la competitividad territorial, progresando con desarrollo, con gestión ambiental y energética, conservando los recursos naturales, con equidad de distribución de la renta que fueron capaces de generar mediante la integración vertical de la cadena agroalimentaria. Cada milímetro de agua almacenada en suelo fértil debe ser aprovechado al máximo con cultivos de alta capacidad fotosintética, y eso no será posible lograrlo si el grano producido es industrializado y transformado a muchos kilómetros y a veces a miles de kilómetros de donde se produce. En el futuro cercano la medición de la productividad de un campo dejará de ser la unidad kg/ha de granos, para transformarse en parámetros como valor agregado/ha, o bien, puestos de trabajo generados en origen por hectárea.

A continuación se muestran esquemáticamente sólo 3 modelos productivos de integración vertical,de las tantas combinaciones que se pueden lograr dependiendo de muchos factores agro climáticos frente a las diferentes eco-regiones posibles de implementar. Un grupo de técnicos del INTA, distribuidos en 10 provincias y 14 experimentales, trabajan para facilitar técnica y operativamente para que estas ideas de asociativismo empresarial, con integración vertical en origen, con participación directa del productor primario, sea una realidad en los próximos años. La Red de Agroindustrialización en Origen tendrán información actualizada en el sitio web. Link de interes

Los intendentes de los pueblos del interior del país que hoy ven comprometida la futura demanda laboral en origen, tendrán que ponerse estratégicamente al frente de la gestión de los mejores proyectos de integración vertical para su zona; existen ejemplos exitosos en Argentina. Los pequeños y medianos productores del futuro serán dueños de una ava parte de un gran complejo agroalimentario en origen. http://www.cosechaypostcosecha.org/ http://www.inta.gov.ar/

Figura 1: Modelo de integración vertical de la producción agropecuaria, donde se integra la producción de grano y pasturas con precisión y sustentabilidad, industrialización primaria, transformación con trazabilidad, carne bovina y aviar, procesamiento y transporte hasta llegar a las góndolas de los supermercados.

Figura 2: Otro modelo de integración vertical donde la producción primaria de grano es transformada en carne porcina y a través de una granja en huevo, industrialización y transporte hasta llegar a la góndola de los supermercados.

Figura 3: Integración vertical de agricultura grano/pasturas para producción intensiva y procesamiento industrial de leche, producción de bioenergía, gestión ambiental y cadena de transporte hasta las góndolas.

En los tres modelos propuestos:
- Esquema 1: se destaca la producción de carne porcina y aviar.
- Esquema 2: la proteína animal esta presente a través de la carne porcina y huevo (granja).
- Esquema 3: la leche bovina es el centro de la transformación.
La base estratégica es el asociativismo de muchos productores vecinos que se integran en una S.A. alrededor de un complejo agroalimentario en origen, donde los puntos destacados son:
- Escala asociativa (competitividad de los productores primarios).
- Agregado de valor en origen (nuevos y jerarquizados puestos de trabajo).
- Desarrollo de territorio con equidad distributiva.
- Generación de bioenergía (biogás y electricidad), fertilizantes orgánicos y también biocombustibles.
- Conservación de los recursos naturales (mejor secuencia de cultivos con mejor balance químico y
de Materia Orgánica de los suelos).
- Gestión Ambiental (captura y aprovechamiento de gases y efluentes contaminantes).

Fuente: http://www.cosechaypostcosecha.org/
Datos utiles:
INTA EEA Manfredi
INTA EEA Balcarce
INTA EEA Concepción del Uruguay
INTA AER Justiniano Posse (EEA Marcos Juárez)
INTA AER Río Cuarto
INTA EEA Pergamino
INTA EEA Rafaela - (03572) 493039 / 53 / 58
Ruta 9 Km. 636 (5988) Manfredi / Pcia. de Córdoba
precop@correo.inta.gov.ar
(bragach@correo.inta.gov.ar)
(ccassini@correo.inta.gov.ar)
(jpeiretti@correo.inta.gov.ar)
(poscosecha@correo.inta.gov.ar)
(biancogaido@correo.inta.gov.ar)
(02266) 439100
Ruta 226 Km. 73,5 C.C. 276 (7620) Balcarce Pcia. de Bs. Aires
(jrodriguez@balcarce.inta.gov.ar)
(rbartosik@balcarce.inta.gov.ar)
(lcardoso@balcarce.inta.gov.ar)
(ddelatorre@balcarce.inta.gov.ar)
(03442) 425561
Ruta Provincial 39 Km. 143,5 (3260) Concepción del Uruguay Pcia. de Entre Ríos
(hferrari@concepcion.inta.gov.ar)
(03534) 471331- Av. Libertador 1100 (2553)
Justiniano Posse / Pcia. de Córdoba
(intaposse@mjuarez.inta.gov.ar)
(precopjposs@mjuarez.inta.gov.ar)
(0358) 4640329
Mitre 656 (5800) Río Cuarto / Pcia. de Córdoba
(intariocuarto@arnet.com.ar)
(02477) 439069 int. 169
Ruta 32 Km. 4,5 (2700) Pergamino / Pcia. de Buenos Aires
(permaqui@pergamino.inta.gov.ar)
(jelisei@pergamino.inta.gov.ar)
(03492) 440121
Ruta 34 Km. 227 (2300) Rafaela / Pcia. de Santa Fe
(jgiordano@rafaela.inta.gov.ar)
(nsosa@rafaela.inta.gov.ar)
Ing. Agr. M.Sc. Mario Bragachini
Ing. Agr. Ph.D. Cristiano Casini
Ing. Agr. José Peiretti
Ing. Agr. Diego M. Santa Juliana
Mauro Bianco Gaido
Ing. Agr. Ph.D. Juan Rodríguez
Ing. Agr. Ph.D. Ricardo Bartosik
Ing. Agr. Leandro Cardoso
Ing. Agr. Diego de la Torre
Ing. Agr. Hernán Ferrari
Ing. Agr. Alejandro Saavedra
Ing. Agr. Lisandro Errasquin
Ing. Agr. M.Sc. José Marcellino
Ing. Agr. Néstor González
Ing. Agr. Javier Elisei
Ing. Agr. Juan Giordano
Ing. Agr. Nicolás Sosa
INTA EEA Sáenz Peña
INTA EEA Famaillá
INTA EEA Oliveros
INTA AER Totoras
INTA EEA Reconquista
INTA AER Las Toscas
INTA AER Crespo
INTA EEA Anguil
INTA EEA Las Breñas
INTA EEA Salta
INTA EEA San Luis
(03732) 421781/722
Ruta 95 Km. 1108 (3700) Sáenz Peña / Pcia. de Chaco
(vrister@saenzpe.inta.gov.ar)
(carlosderka@arnet.com.ar)
(03863) 461048
Ruta Prov. 301 Km. 32 - C.C. 9 - (4132) Famaillá / Pcia. de Tucumán
(vicini-le@arnet.com.ar)
(rirodriguez@correo.inta.gov.ar)
(psaleme@correo.inta.gov.ar)
(03476) 498010 / 011
Ruta Nacional 11 Km. 353 (2206) Oliveros /Pcia. de Santa Fe
(rcraviotto@arnet.com.ar)
(03476) 460208
Av. Maipú 1138 C.C. 48 (2144) Totoras / Pcia. de Santa Fe
(atotoras@correo.inta.gov.ar)
(rroskopf@correo.inta.gov.ar)
(03482) 420117
Ruta 11 Km. 773 (3567) Reconquista / Pcia. de Santa Fe
(intaudr@trnet.com.ar)
(03482) 492460
Calle 10 Nº 825 (3586) Las Toscas / Pcia. de Santa Fe
(aregonat@correo.inta.gov.ar)
(inta.lastoscas@ltnet.com.ar)
(0343) 4951170
Calle Nicolás Avellaneda s/n - Acceso Norte - Predio Ferial del Lago
(3116) Crespo / Pcia. de Entre Ríos
(intacrespo@arnet.com.ar)
(e_behr@ciudad.com.ar)
(02954) 495057
Ruta Nac. Nº 5 Km. 580 C.C. 11 (6326) Anguil / Pcia. de La Pampa
(mfarrell@anguil.inta.gov.ar)
(03731) 460033 / 460260 Int. 207
Ruta Nac. Nº 94 (3722) Las Breñas / Pcia. de Chaco
(ingrojoguinazu@hotmail.com)
(0387) 4902224 / 4902087
Ruta Nac. 68 Km. 172 (4403) Cerrillos / Pcia. de Salta
(mdesimone@correo.inta.gov.ar)
(aigodoy@correo.inta.gov.ar)
(02657) 422616/433250
Rutas Nac. 7 y 8 (5730) Villa Mercedes / Pcia. de San Luis
(abcoen@sanluis.inta.gov.ar)
Ing. Agr. Vicente Rister
Ing. Agroind. Carlos Derka
Ing. Agr. Luis Vicini
Ing. Agr. Ricardo Rodríguez
Ing. Agr. Pablo Saleme
Ing. Agr. Roque Craviotto
Ing. Agr. José Méndez
Ing. Agr. Rubén Roskopf
Ing. Agr. Orlando Pilatti
Ing. Agr. Arturo Regonat
Ing. Agr. Aldo Wutrich
Ing. Agr. Ricardo De Carli
Ing. Agr. Enrique Behr
Ing. Agr. Mauricio Farrell
Ing. Agr. Héctor Rojo Guiñazú
Ing. Agr. Mario De Simone
Ing. Agr. Adriana Godoy
Ing. Agr. Benito Coen
Editorial: Maita Jorge - (03572- 461031) Oncativo
Jomaita@oncativo.net.ar - jorgeomar.maita@gmail.com

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